Comenzamos el día en el circuito con la prueba del Noise. El
tiempo decidió dar un poco de guerra y las nubes cubrieron el cielo del
circuito. A pesar de ello, ahí estábamos, en la fila de la prueba a las 9 de la
mañana bajo la lluvia y trasladando la carpa de un sitio a otro intentando que
el piloto no se mojase. El resto estábamos con la chupa puesta y paraguas en mano,
esperando escuchar rugir el corazón del fstec14.
Portátil listo para monitorizar
resultados, piloto preparado, espectadores ansiosos… ya sólo faltaba darle caña
al acelerador. El motor debe sonar bien pero sin pasarse de los decibelios
permitidos. El juez se marcha sin comunicar resultados, y nos quedamos expectantes.
¿Qué pasa? ¿Cuánto ha sido? Seguíamos mojándonos,
pero no importa, como si diluvia, queríamos una respuesta, y que por supuesto fuese
positiva. Pronto la obtuvimos: “Your result is: 106 dB, congratulations!”. ¡Y aquí llegaba otra de las pegatinas! Esto
suponía que podíamos ir a preparar la siguiente: Brake. ¿Listos para ver el
coche rodar?
Nosotros estábamos mucho más que
listos. No había tiempo que perder. Queríamos ganar las pegatinas lo antes
posible para poder practicar para el acceleration, autocross y endurance. Había
que conseguir el Brake ya.
Xabi se enfundó el casco y los
guantes. Concentración, corazón palpitante y unas ganas inmensas de pisar el
acelerador para posteriormente bloquear las cuatro ruedas entre los conos.
Tensión, mucha tensión en el resto del equipo que observábamos la situación. “¡No
puedes fallar Xabi, allá vamos, dale caña!” –pensábamos todos-. Pero no todo
podía salir bien a la primera. Algún contratiempo tenía que surgir, y ahí estaba
el Brake, (o más bien los Marshalls) dispuestos a no pasarnos ni una.
Tiquismiquis y exigentes nos hicieron repetir la prueba. Sabemos que lo que
querían era ver rodar de nuevo el fstec14 en el asfalto de Silverstone. Si es
lo que querían, íbamos a dárselo (a cambio de la pegatina, claro está) Además,
a nosotros también nos gusta tener en pista el coche y lucir nuestros colores,
así que afrontamos con animo la repetición la prueba. A la salida de pista toca
reflexión en equipo sobre el comportamiento del coche. Decidimos volver al box
y aprovechamos para hacer pequeños ajustes y asegurar que esta vez las ruedas
bloqueen bien. Purgamos frenos y comprobamos los discos.
Cuando está todo listo
volvemos a pista. Esta vez sí que sí. Miradas puestas en el coche. El juez
marca la salida. Allá íbamos, ¡decisión
y valor! Gran aceleración, buen bloqueo de ruedas, el coche no culea… Detrás de
la valla el equipo grita eufórico. Esperabamos la pegatina. Indudablemente la
merecíamos. Pero la jueza no saca nada de su bolsillo.“¿Qué pasa?¿Va en serio?”-
Nos ponemos nerviosos-. Los jueces comentan, no oímos lo que dicen, siguen
hablando. Finalmente ríen y sacan la pegatina. Palmadita en el hombro al piloto
y llaman al siguiente. Recuperamos el aliento, teníamos el corazón en un puño. Vaya
alivio y ¡¡que emoción!! Ya es nuestra, la última, por fin. Completamos las pegatinas
de Silverstone. Objetivo conseguido. ¡Continuamosss!
Ahora ya solo teníamos que pasar
el Egress en la zona de Scrutineering. Puro trámite. Los pilotos se enfundan
los monos. Guerrero, Gonzalo, Gasta, Xabi tenían que ser capaces de salir del
coche en menos de 5 segundos. Lo conseguimos a la primera, ningún problema. Volvimos
al box. No había que emocionarse, no estaba todo hecho. Quedaba trabajo por
delante, la competición no ha acabado. Estamos cogiendo el ritmo. Somos insaciables
y siempre queremos más. Eso es algo que nos caracteriza. Esfuerzo y lucha por
una pasión.
Los eventos dinámicos nos esperaban
al día siguiente. Trabajo en el box y a descansar, que el sábado se presenta
apasionante.
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