miércoles, 3 de julio de 2013

Silverstone '13: Day one. No RCZ, no party. Pero sí camping.

Good morning folks! Y es que después de recorrernos la campiña inglesa y el famoso pueblo de Brackley (Mercedes, no la señora sino el equipo)... ¡Hemos encontrado un café con WiFi! Así que aquí como en el despierto con el agua, como si fuera la única opción de seguir vivos. Ayer por fin llegó el día de dejar atrás las suposiciones y las expectativas y ponernos manos a la obra. Ayer llegó el día de empezar a vivir este sueño en presente, de luchar ya con las manos manchadas por este proyecto.

Juntos como lo que somos, un equipo, partimos en el MicroBus a Bilbao. Todos bien equipados con nuestras chaquetas de equipo, con la "pegada" innata de esta gente que responde al grito de ¡GAS! o sencillamente, por este equipo que nunca dejará de luchar por mantener al FSTEC con vida. Los nervios del primer viaje siempre están presentes, con alguna que la rama "aero" no es lo que le va (esto es, no le gusta volar), y te traen recuerdos de otras batallas que también comenzaron con un "Departure Gate". Menos mal que Ander LdS (no empecemos aún con los motes...) tiene esto más organizado que nuestras carpetas en Z o la contabilidad de algunos y todos íbamos ya a piñón fijo (¿montaremos el plano de 4X?) con nuestro DNI o pasaporte y listo. Bueno, espera. Igual nos hemos precipitado. Quizás alguno olvidó que existen agujeros espacio-tiempo en un vuelo de apenas 1h 30min en los que te da tiempo de perder un DNI. Sí, en un vuelo en el que ni puedes llegar a leerte la revista, algunos pueden perder el DNI. Si es que en este equipo, si nos empeñamos podemos hacer posible lo imposible. Pero calma, todo arreglado.

La sorpresa al llegar fue que servidor, sigo siendo el de siempre (Gorka Arce Alonso), tenía un precioso Peugeot RCZ en la plaza de mi coche. Los botes que pegué al llegar se quedaron a la altura de los del "salto" de Ander LdS, corazón a mil... Amor a primera vista. Entrar, poner la llave y escuchar ese precioso sonido... ¡Eso sí era un coche de alquier!. Venga, los tres más adentro. De copiloto al talento motor Gurrutxaga listo para guiarme hacia la tierra prometida. El resto del equipo algo celosillo claro está. Y venga, Guerrero (Warrior) atrás con Teresa (sí, tenemos mujeres guapas también este año aunque que no lo lean que se les sube). Servidor arranca, sonríe y...

-¡No quepo!
-¡Me golpea la cabeza! Y el asiento no se puede adelantar más... No puedo.

Lo de que es un coche para cuatro es como decir que un V10 "bluemotion" es Eco-friendly. O que un café sin cafeína se pueda llamar café. Así que nuestro gozo en un pozo. Pero somos un equipo, y rechazamos lujos por ir todos cómodos... 

Llegar al circuito es indescriptible. Los carteles en fondo marrón con la bandera a cuadros con "SILVERSTONE", las señales del Gran Premio de F1 del pasado domingo, las curvas por las que nuestros coches de ensueño volaban al ras unos días atrás... El aroma del automovilismo. La cuna donde nació la F1. Y gran causante de que estemos hoy aquí. Llegar al cámping es una vez más otra experiencia a recordar. No por las miedras del tamaño de balones que te plantan por ahí, ni por las verjas a las que sólo les falta el alambre de espino... Ver a tantos equipos ahí juntos, luchando por lo mismo, gente joven con un mismo interés, te devuelve la esperanza en que se puede ir a mejor en todo. Te aisla del mundo y sus extraños giros y te invita a pasar cinco días en tu mundillo. Te permite sentirte especial al pasear con la ropa de tu equipo y que otros miren, a ir a un café y ver como giran la cabeza al ver a 14 individuos y cuatro damas vestidos igual imponiendo ese respeto que infunden los equipos unidos. Te invita a soñar despierto.

Y hoy miércoles, por fin podremos ver nuestro box. Y montarlo, y bajar el coche, y saludar a viejos amigos. Y ante todo, seguir dando GAS.




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