Antes de la llegada del camión con la bella macchina (also known as) FSTEC13 sabíamos ya la hoja de ruta que deberíamos seguir para tener el monoplaza listo para las primeras verificaciones técnicas; y es que aunque uno intente hacer todo el trabajo a tiempo, esto
Como pronto se verá, este año el FSTEC13 viste como la más elegante de las damas. Con un carácter marcadamente deportivo, agresiva y atractiva pero con un toque de clase. A sus dos lados los veréis, protegiéndonos de jueces que quieran acercarse demasiado al escape, o de inconscientes piedras que salten contra el radiador cuando galopemos en el asfalto. Aunque antes de eso, primero hay que montarlo, y no es tarea fácil. La nueva, aunque bueno, ya tiene un verano "racing" encima (2012) al mando de la vestimenta. Siempre bien acompañada, y es que todos somos unos caballeros de corazón de gasolina, dentro del camión de nuestro amigo Álvaro (el camionero, amante del flamenco según parece) ajustando piezas. Otros intrépidos controlando el resto del monoplaza, y tres jóvenes, agerridos y valientes, además de atractivos futuros ingenieros (Duro, telecOscar y, sí, servidor) en búsqueda del WiFi perdido. Así pasó la mañana, de esto que entras a una cafetería y te vuelves al cámping a por el conector europeo (los ingleses no andan con la cabeza porque no pueden), pero tardas una hora más porque te pierdes al probar el control de crucero de tu coche (que no es un RCZ pero tiene su "pegada").
¿Y por la tarde? Siesta, fiesta y playa. Ah, no. Más trabajo, más ajustes y más tensión. Pero esto es la Formula Student. Trabajar contra el tiempo, luchar contra gigantes, y nunca tener la certeza de si tan siquiera eso servirá para que te den el ok. Para que un simple "tic" te libere ese día. Algunos verán esta carrera como una reunión de amigos, como veinte colgados juntos que van a mesa puesta. No sé si quedarán de esos por allí, de esa mentalidad, pero desde aquí un servidor a punto de decir adiós, les invita a ver como las caras de sueño se apoderan del equipo pero nunca se pierde la esperanza en que el día de mañana sea mejor. En que mañana todos nos volvamos a mirar con una sonrisa en la cara. En que mañana volvamos a pronunciar con más fuerza "GAS" y sigamos, como estamos, luchando hasta el final.
Mañana jueves llegará la primera prueba de fuego: el temido scrutineering. Las armas las tenemos, las ganas las tenemos. Ahora llegará la hora de la verdad.
¡GAS!
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